Ser delegado es, ser más que un represente. Ser delegado para mí es, ser ese ente representativo de un colectivo capaz de velar por los más altos valores beneficiarios del colectivo al cual representa. Ese breve pero significante concepto arrastra multitud de consecuencias negativas; la principal es, que acostumbras al colectivo a recibir más de lo que deben recibir, como por ejemplo: Notas, consejos, fecha de exámenes, entre otras funciones que son Individuales de cada Estudiante. El día en que dejas de hacer eso, eres calificado como “Mal delegado”. “Mono no carga a su cría y si lo hace es un ratico”, dicho vuelto popular por un cátedra de nuestro 1er semestre. Otra gran consecuencia NO propia de un delegado sino de todo ente público, es la crítica y la descalificación. Aquella persona que, ejerciendo su función de delegado no sepa tolerar las descalificaciones, malos tratos, escases de cortesía, criticas, malas caras, malos comentarios, etc. no puede en ningún momento si quiera pensar en ser Abogado. El delegado también tiene una vida personal que debe atender y que no puede descuidar por su cargo, el día en que por, estar con tu novia o tu familia no respondas un PIN o mensaje por cualquier medio eres también descalificado como “mal delegado”. Un abogado es el ente más vulnerable, al lado del político, a las descalificaciones personales y profesionales, y es aquí donde quiero hacer un énfasis muy especial: Hay que marcar una gran distancia entre las calificaciones o descalificaciones Personales con las calificaciones o descalificaciones Profesionales o Representativas en este caso.
Agraciadamente he tenido la experiencia necesaria para tolerar estos puntos negativos del cargo que asumí este semestre, esta tolerancia es consecuencia de la multitud de cargos con similitud en jerarquía y de jerarquía mayor que he ejercido en mi corta vida; me tomo el espacio para nombrar solo algunos: Jefe de Patrulla, Coordinador de Grupos Juveniles; Scouts; Especiales, Organizador de Eventos, Jefe de grupos, Jefe de Cátedra, Delegado, Representante Parroquial, Representante Juvenil, Orador, etc.
Pero no todo ha sido negativo, de hecho es punto de saltación el mencionar que en este cargo los puntos negativos fueron menores a los puntos positivos como lo es siempre agraciadamente. Para mí no fue ninguna molestia ni me causo dolores de cabeza ejercer mis funciones; Serán ustedes los calificadores de mi función: Buena, Mala, Regular, etc. Yo me siento satisfecho y estoy seguro de haber cumplido mi labor excelentemente, tanto así que me gane descalificaciones bajo argumentaciones fuera de mi cargo; no le temo a la auto exaltación; hay que tener seguridad, confianza y valor para reconocer sus propios triunfos y méritos. Ser delegado fue uno de ellos pues me ayudo a ejercer por medio de la oratoria una pequeña parte de lo que un abogado debe hacer. Se puede decir que fue una experiencia importante en la enseñanza de la abogacía como mi profesión.
Para finalizar, felicito orgullosamente a todo el colectivo en general, pues no hay ningún profesor que tenga quejas de este curso: 1ro “F”; Felicitar personalmente a los colegas que eximieron sus materias por mérito propio. Hacer énfasis especial a mis compañeros que lamentablemente se quedaron en este semestre y no avanzaran (por ahora); analícense, piensen por qué repitieron; es muy importante analizarse de vez en cuando y observar que consecuencias trae tus acciones: A ti como ente individual y como a tu ambiente como ente colectivo.
Sean cada día más abogados; espero encontrármelos en el camino y sentirme orgulloso por saber que Venezuela se llena cada día de Excelentes Profesionales. Un abrazo…!
Cristian Valente
Cristian Valente